Descripción
UN PIANO ENTRE LA NIEVE
Isabel Marina
Prólogo de Marcos Tramón
Estudio científico de Eduardo Castaño
Madrid, abril de 2022
Colección Poesía, nº 69
158 páginas, 14 x 21 cm.
Rústica con solapas
ISBN: 978-84-123989-9-1
Precio: 16 euros (IVA incluido)
* * *
EL LIBRO:
(Del prólogo)
«Un piano entre la nieve», como todo buen libro que se precie de serlo, no es un libro fácil; y estoy seguro de que, tras su atenta lectura, el lector quedará admirado por toda su complejidad, que no radica en los poemas (claros, emotivos, líricos), sino en la concepción de su entramado poético.
A las cuatro partes en que se divide, las introduce una pe- queña nota que es, al mismo tiempo, un poema más del con- junto y una declaración de intenciones. Se trata de un corto texto que se mueve entre un vago simbolismo y una evidente fantasía, y en el que se nos habla de un impulso ascético hacia un espacio utópico donde, mediante la asunción de nuestro propio ser y con la ayuda de la vieja casa de la poesía y el arte (se mencionan las esculturas de Joan Miró), podemos reen- contrarnos con nuestros seres queridos y «donde sólo existirá el amor».MARCOS TRAMÓN
POEMAS:
(extracto)
EXHORTACIÓN
Antes de que en la ría
enmudezcan los vestigios
de su última playa,
vayamos todos juntos,
almorcemos frente a los árboles,
con nuestras zapatillas de esparto
y nuestros viejos juguetes
salgamos de nuevo al mar,
al aire vivificante del verano,
de ese verano primero
que siempre recordaremos.
*
NOCHE DE FERIA
Dejas que te deslumbre
ese hilo de oro
que ven tus ojos entreabiertos
a la hora de la siesta,
en un estado de vigilia y lucidez.
Estás en los columpios de nuevo,
llevas en los brazos
la muñeca que tu padre ganó
aquella noche de feria,
su sonrisa te ilumina
a través de la franja dorada,
y de repente comprendes
que ese fue el lugar
donde una vez fuiste feliz,
que allí te quedas.
*
ROSEBUD
Llegar a ti,
en ese paraje frío
donde se alza la llama
de tu corazón
es como alcanzar
el juguete olvidado de tu infancia,
justo ese,
el de aquel escaparate,
el que nunca llegaste a tener,
el que escribió en tu piel
para siempre «Rosebud».