Ancho de ánimas

12,00 Impuestos incluidos

José Miguel Perera

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Descripción

ANCHO DE ÁNIMAS
José Miguel Perera
Madrid, abril de 2021
Colección Poesía, nº 55
86 páginas, 14 x 21 cm.
Rústica con solapas
ISBN: 978-84-123325-5-1
Precio: 12 euros (IVA incluido)

* * *

EL LIBRO:

Estamos ante un diálogo y contacto imaginarios, desde las orillas insulares hasta más allá, entre los antiguos habitantes de Canarias y los exmigrantes (ex-migrantes, desplazados fuera de sus hogares) relacionados con la coordenada espacio-temporal de este archipiélago atlántico: los continentales africanos que llegan con frecuencia a estas costas arriesgando su existencia, que a veces pierden; y los isleños que, en diversas épocas de la historia, tuvieron que arriesgar la vida, a través del océano y rumbo a América, por no tolerar su cotidianidad las precariedades en las que resistían. Se trata, sí, de un testimonio poético sobre las posibilidades de la comprensión y el entendimiento de los otros, de un proceso de conversión.

¿Lo anterior explica del todo los versos presentes? En absoluto. Dice su autor: “Nunca he tenido muy claro qué significan nuestros textos poéticos”, y este libro no es excepción: al decir del amado carmelita, “para venir a lo que no sabes, / has de ir por donde no sabes”. En este sentido, durante el atento y meditativo proceso de creación de Ancho de ánimas, hemos podido vislumbrar una sospecha más precisa sobre la raíz e inclinación de nuestras cambadas letras: la vertizontalidad mística y profética.

POEMAS:

Esperan.

Acá donde exactamente no ya encuentro,
a que remonte el remolino del agua horizontal,
una turbina de muerte
a la sal dispuesta, a pos lejos;
un conglomerado de cuerpos ansiosos
junto a la vida y —lateralmente— contra ella,
racionalmente absurdos, sin (a)tino,
multivalentemente sinclinados,
brazada con mar de almas por defuera,

y/a punto…

Espera.

Ancho de ánimas,
tanto ancho por ánimas me cohabita
que tranco y retranco deshechas,
como si de reboso,
tras de sí,
la elevación que tengo por orilla,
sobre un anudado celo, en paz y mareo,
me dilatara a tu alado abrazo
de verticalidad anclado.

(Y vuelven siempre las preguntas
en esta reiterada hora de la desavenencia:
¿por dónde un extralimitado horizonte
se vuelve trazo de las éticas empinaduras?
¿Es la mirada descosida de mis vértices
un anhelo adjunto a la medida aguda
de la raya perpendicular e indivisible del cielo?).

* * *

¡Exmigrantes! ¡El ánimo,
en la uconfianza, ensanche uánto hasta la altura!
La hipótesis de la lancha falúa no reduce
fe y dulidad, de la rodilla étrica a los hombros aduros.
El ritmo en ustedes poscomprondrá el aflote.
Y nadie habrá de morir: ni el joven hierro
ni la promesa enlazada contra deseos y maguas,
ni la niñez tristura de elementos reducidos
a la quietud abrusca que en la oculta orilla
se arenisca de encallao mastieso.
Los que en el gran desnivel alargarán la espina,
los que, desgarrada la saliva,
pronunciarán monovocales sin secuencias,
en el trajín marejado desahogo
ante la culpa tiempo, frente al empeño tiempo.
Los que rectos al miedo ectificarán posturas
y las que ahora después taladrainflaran la vida
de losotroS todos soplodesmembrados…
¡Amigos, camaradas!
¡Impávidos muchachos ante el acaso ignoto…!

¡Que sus enganas abajen los horizontes bastos!
Y crean el revés
del (a)tino en los mares,
dentre un achucho explosivo de lo endios reverbo, para una voz a rachas efectiva
en las poéticas maniobras, redentivas y aceitosas,
que en el anclar activo de las fuerzas políticas
conmoverá más antes —con pasivos brincos— las potencias.

¡Queridos hermanos que a la mar se han puesto!
¡Aquí, con nuestras muertas amano, los abrazamos!