Sumar Sal

12,00 Impuestos incluidos

Subhro Bandopadhyay

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Descripción

SUMAR SAL
Subhro Bandopadhyay
Solapa de José Kozer
Madrid, septiembre de 2018
Colección Poesía, nº 26
94 páginas, 14 x 21 cm.
Rústica con solapas
ISBN: 978-84-947249-5-4
Precio: 12 euros (IVA incluido)

* * *

EL LIBRO:

Sumar sal es un libro importante, sobre todo porque no tiene en general caídas retóricas, que es lo que más aprecio en un poeta, y lo que más me revienta en la poesía de muchos de los poetas en lengua castellana a los que tengo acceso.
Los poemas se suceden uno tras otro hasta un final que es un tour de force largo y que desemboca en una quietud: poemas que engarzan y se engastan como en un rosario de aves, un ábaco numerológico esencial donde los seres son desapariciones, y las desapariciones, más que ausencia, presencias en lo ignoto.
De lo ignoto se trata y trata este libro: es traducción, que despierta el deseo de leer bengalí para tener acceso al ritmo interior, la fuerza propia del original: pero vivimos en Babel y esa realidad manda sobre nuestros deseos y necesidades.
Sin embargo, dejemos en paz a Babel (ya es tarde para volver a UR y el lenguaje UNO) aceptemos por ende que el acierto poético real y verdadero, como es el caso de Sumar sal, nace del misterio (desconocimiento) de lo poético en abierto diálogo con un oficio, una devoción, hechos que acuden con abierta naturalidad, sin premura, en la obra de Subhro Bandopadhyay.

JOSÉ KOZER

* * *

POEMAS:

Ofrecí el azogue al reflejo erosionado
cuántas veces me insulté por el cuerpo

La escena de una mañana nublada
muchas mujeres muerden manzanas en la parada de autobús

El sudor que se quedó quieto en la grasa de la cintura
la carne de manzana y el diente

la lengua, la saliva, los pétalos de violencia lisa, un poco de sangre
se mezcla con la fruta, el sabor y saborear

Después de eso se repite infinitamente
el seno, los muslos y las palmas cubiertos por celofán
la cubierta de diseño floral de un libro sagrado
los cierres forzosos de los ojos

Cada vez que me rodea la inmovilidad
de las neuronas ya gastadas de insultos
pienso que la complejidad conflictiva
es un árbol metálico
en cuyo tronco obtuso se aplastó la visión

polígama

*

[…]
Quizás me dirías es el momento
cuando todo va hacia lo religioso.
Siempre pensabas en las semillas,
un terreno que se podía sembrar
y justo después se anudaba todo.
¿Por qué inclinabas la cabeza entonces?
¿Por qué escuchabas el parte del tiempo con tanta concentración?
¿Será fácil cambiar el siglo en el calendario?,
sobre todo el que llevaba la foto de un animal felino.
[…]

*

[…]
El marzo era la devoción grupal delante de ti
o era uno que salía por ser un errante religioso.
El mediodía era un carro cubierto de cortinas,
todas las ventanas estaban cerradas por calor.
Alguien que se abría delante de un niño,
y el niño tocaba su sexo femenino.
El niño no sabía por qué quería ver su cuerpo entero.
En el marzo desértico sólo se oía una melodía,
una habitación de cristal, delante del cuerpo
de una mujer de la edad de su madre joven.
Otra vez está el niño,
otra vez hay una máscara para asustar al aire
en el mediodía de contrachapado.
[…]